Desde el inicio del presente gobierno, se indicó que se harían transformaciones para mejorar la calidad de vida de los peruanos. Entre uno de los cambios que se anunciaron, fue la Reforma de Salud.

De nada ha servido -más que de librar el debate en el parlamento- que el  Poder Legislativo cediera facultades para que el Ejecutivo pueda normar los cambios en el sector. Dichos cambios no han sido sustanciales, para tener un sistema universal y gratuito, que permita establecer la salud como un derecho humano, sin exclusión.

Muy por el contrario, el sector Salud busca crear seguros estatales y privados para lograr cubrir  la demanda y lograr la "universalización", que no es otra cosa que afiliación.

Lo que la Reforma de Salud, no ataca, el núcleo del problema: El modelo de salud sigue siendo el mismo - fragmentado, visto desde el aspecto clínico, sin disminuir las determinantes sociales en perjuicio de la salud, sin eliminar el gasto de bolsillo y cajas registradoras de los hospitales. La mala calidad de atención, desabastecimiento de medicinas, infraestructura deficiente y  pocas especializaciones médicas, son parte de la brecha que esta Reforma de Salud no piensa cubrir. Brechas que son parte de las necesidades de los usuarios, que en el Ministerio de Salud y en Palacio de Gobierno, no quieren escuchar.

Los pacientes y usuarios han demandado en muchas oportunidades su participación en la Reforma de Salud, pero el sector los excluye, como a casi 10 millones que aún no tienen ningún tipo de seguro.

Ignorados por completo, aunque sean la razón de ser de esta reforma; los pacientes y usuarios, se han propuesto a levantar la voz, frente a una reforma que perjudica su propia salud.

La sociedad civil, ha elevado un documento técnico para mejorar el acceso de medicamentos en el marco de la Reforma. Además ha realizado estudios de sobrocostos en medicamentos, que favorecen a un monopolio en la venta de antirretrovirales.

Todos estos esfuerzos que debería hacerlos el mismo sector, tampoco han sido escuchados. Con un ministerio sordo a las opiniones de los usuarios, sólo se apunta a una Deformación de la Salud, donde los cambios sustantivos, serán para las compañías farmacéuticas y aseguradoras, antes que para los usuarios.