William Daga, extrabajador del Instituto Nacional de Investigación Agraria (INIA), hasta hace una semana, denunció que fue retirado de su trabajo por denunciar en los medios de comunicación las intenciones del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) de convertir tres hectáreas de bancos de germoplasma en oficinas administrativas. 

El ingeniero, especialista en frutales, aseguró que luego de los reportajes difundidos por Actualidad Ambiental y Panorama, en el mes de noviembre, comenzó a ser hostilizado dentro de su trabajo por sus superiores. Lo mismo ocurrió con José Guerrero y Roberto Alvarado, compañeros del INIA, quienes también declararon en los medios.

“Mis doce años de servicio al INIA al Estado se ven truncados. Yo soy un personal CAS, he entrado en un concurso público para hacer CAS, el cual lo he ganado, y los funcionarios que son nombrados a dedo me sacan, por hacer mi trabajo. No tienen ningún argumento técnico para hacerlo. No tienen ninguna queja mía, que he hecho uso mal de los bienes, que no he cumplido mis metas”, lamentó el ingeniero.

MINAGRI SIGUE DESEANDO LOS TERRENOS DEL INIA

Daga también informó que paralelamente a su no renovación de contrato, el 21 de enero el Minagri envió un nuevo documento de carácter “muy urgente” al INIA en el que se solicita información necesaria para terminar el expediente para la elaboración del “Mejoramiento del Perfil para Construcción de nueva sede del MINAGRI“.

Además, lamentó que la Dirección del INIA haya ordenado retirar los carteles que confirmaban que los frutales eran bancos de germoplasma. Ante este escenario, William Daga y los miembros del Sindicato de Trabajadores del INIA consideran que los bancos de germoplasma están en más peligro que nunca.

MILTON VON HESSE ASEGURÓ QUE NO SE TOCARÍAN BANCOS DE GERMOPLASMA

Pese a que el ministro de Agricultura, Milton Von Hesse, dijo en un programa de televisión que no tocaría “ni un centímetro de bancos de germoplasma”, el documento que presentamos a continuación demuestra que para el Minagri sigue teniendo la intención de convertir 30 mil metros cuadrados de bancos de germoplasma en oficinas administrativas.