Los pobladores de Manuani, una comunidad de mineros artesanales que trabaja en La Pampa hace 20 años (antes de que la zona sea reconocida como zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata), quieren recobrar el bosque que existía en la zona, antes de sufrir los embates de la minería, sobre todo la ilegal. 

A través de la asociación que los agrupa, los pobladores vienen solicitando concesiones forestales para repoblar la zona afectada por la tala y los insumos usados en la minería. Esta iniciativa se realiza bajo la asesoría de organizaciones como el Consorcio Madre de Dios, apoyado por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

A diferencia de los ilegales, los mineros de Manuani realizan sus actividades con conocimiento del Ministerio del Ambiente (Minam), pero -como ellos mismos aclaran- no utilizan grandes herramientas como cargadores frontales, retroexcavadoras y otros materiales prohibidos para realizar minería a menor escala.

Según informa El Comercio, la diferencia entre los de Manuani y el resto de los mineros que trabajan en La Pampa es que los primeros viven en el lugar. “Aquí han llegado de otros lados, han acabado con el bosque y se han ido”, señala Javier Florez, un comunero de Manuani.

Otra comunera del lugar, Sabina Valdez, señala que de alguna manera “fue necesario pasar por toda esta deforestación para valorar su bosque. Si nos va bien con este proyecto, podemos convertirnos en los reforestadores de La Pampa”.

DATOS

* Para llegar a Manuani, hay que dirigirse al kilómetro 116 de la carretera Interoceánica desde Puerto Maldonado y luego recorrer 40 minutos en moto.

* El Consorcio Madre de Dios trabaja en este proyecto de reforestación con la Universidad de Florida, la Universidad de Madre de Dios, la ONG Futuro Sostenible y el Gobierno Regional de Madre de Dios.

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Foto: El Comercio