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Cinco mitos sobre Conga

Publicado: 2012-07-16

Por Luis Meléndez

La realidad es más compleja que las caricaturas de Carlín, pero un importante sector de la prensa limeña y efusivos comentaristas de turno –de diferente tinte político– no parecen advertirlo. Clichés mismos copy-and-paste, burdas generalizaciones, e inferencias que sonrojarían hasta el más precario metodólogo, se han convertido en el pan de cada día. Desde Cajamarca, hastiado de este menú, paso a revisar rápidamente algunas de esas inconsistencias que, claro está, poco alimentan nuestro entendimiento de lo que viene ocurriendo en esta parte del país.

Primer mito: Los anti-Conga son anti-mineros

Se ven anti-mineros donde no los hay. A veces pareciera que se los inventa con ánimos de polarizar. O claro, otras veces por ignorancia o facilismo retórico. Lo cierto es que son contados los manifestantes anti-Conga que realmente mantienen una posición anti-minera (es decir, que abogan por desterrar a toda minera de Cajamarca, o incluso del territorio nacional). Algunos analistas cajamarquinos asignan esta posición al satanizado Wilfredo Saavedra y al círculo que lo rodea, pero siempre (¡siempre!) son una minoría. El trabajo de campo que venimos realizando por esas tierras nos permite argumentar que el promedio de cajamarquinos anti-Conga muestra su rechazo sólo a una minería percibida como irracional, en tanto afectaría las cabeceras de cuenca o las fuentes de agua, reconocidas como vitales para el desarrollo de sus actividades. Así, no es una posición per se en contra de la minería; al contrario, una minería responsable en lo ambiental y social, bienvenida sea. “¿Anti-mineros? No pues joven, tampoco somos tontos”, sentencia –a modo de ejemplo– una indignada cajamarquina.

Segundo mito: Santos, Arana y Saavedra, los grandes movilizadores

Santos, Saavedra y Arana son los dirigentes más mediáticos en este conflicto, pero no los que tienen más capacidad de movilizar (que no es lo mismo que manipular), sobre todo si nos referimos a los dos últimos. Wilfredo Saavedra, Presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, ha sido arrinconado por otras dirigencias, tanto así que no ha logrado ocupar ninguna de las tres vocerías del Comando Unitario de Lucha, espacio que agrupa a las organizaciones sociales que están en contra del proyecto minero Conga. Ni ha participado en la primera reunión entre los dirigentes anti-Conga y los facilitadores religiosos Cabrejos y Garatea. Incluso, algunas de sus propuestas de lucha –consideradas por algunos como las más radicales– no habrían tenido mayor acogida, lo que explica el malestar de los cuadros más cercanos a Saavedra, quienes demandan más mano dura: “He escuchado miles de veces hablar de radicalizar la protesta, lo que hemos hecho en Cajamarca en 34 días es ridiculizarla".

Por otro lado, la situación de Marco Arana, líder de Tierra y Libertad, es más que deprimente. Su agrupación política no tiene mayor presencia en la región; sin embargo, Arana siempre está en el momento oportuno. A pesar de estar ausente varios días por una supuesta neumonía, hizo una abrupta aparición luego de las tres muertes en Celendín, la misma que concluyó en su exagerada captura en la Plaza de Armas de Cajamarca, que nuevamente lo posicionó mediáticamente en la protesta cajacha (un favor más que le hace el gobierno).

Evidentemente, estos actores no tienen el gran peso –tampoco digo que ninguno– que un sector de la prensa limeña les asigna. Ni si quiera Idelso Hernández, presidente del Frente de Defensa de los Intereses de la Región Cajamarca y operador político de Santos –ambos de Patria Roja–, a quien el nombre del frente que preside le queda bastante grande. Por el contrario, son dirigentes como Milton Sánchez (Secretario General de la Plataforma Interinstitucional Celendina) y Eddy Benavides (Presidente del Frente de Defensa de Bambamarca y hasta hace poco dirigente de Gana Perú en Bambamarca), poco conocidos en la limeñísima Lima, los que tienen el mayor poder de representatividad y de movilización.

Tercer mito: Los protestantes son manipulados por sus dirigentes

Desconocimiento y un soterrado menosprecio se condensan bajo este flaco argumento. Lo que en realidad predomina más parece ser lo inverso; es decir, dirigentes que temerosos de perder su legitimidad ganada, y de ser apabullados como “traidores”, responden –a veces a regañadientes– al sentir generalizado de gran parte de sus bases: “Conga no va, ni hoy ni nunca”. Evidentemente, nadie quiere correr la (mala) suerte del alcalde de Celendín, que justamente por mostrar una posición contraria, ha sido amenazado hasta de muerte por ronderos de su jurisdicción. Incluso, el propio presidente regional, Gregorio Santos, también ha sido víctima de este “bullying político”. A inicios de su gestión, ante indicios de su viraje político más indulgente para con las mineras –por ejemplo, la estratégica Sub Gerencia de Gestión del Medio Ambiente del gobierno regional pasó a manos del dueño de una contratista de Minera Yanacocha–, las rondas campesinas y los frentes de defensa se encargaron rápidamente de encausar su derrotero político a través de la presión, a tal punto que Goyo tuvo que mostrarse en contra del proyecto Conga, al que en los primeros meses de su gestión hacia oídos sordos. Así como se dice que Humala habría sido “atenazado” por los poderes fácticos nacionales (Confiep y otras yerbas), Santos claudicó ante la presión de los poderes fácticos de su región.

Por otro parte, no es extraño encontrar en las movilizaciones anti-Conga a manifestantes que rechazan el supuesto oportunismo de Saavedra o Arana, o el modo en que Santos viene gobernando la región (todo no se reduce a Conga). Sin embargo, son conscientes de que la lucha va más allá de las individualidades, por lo que se suman a los actos de protesta sin que ello suponga una afinidad hacia los personajes que en teoría lo lideran. ¿Manipulados?

Cuarto mito: Los dirigentes anti-Conga tienen intereses políticos

Este no es un mito, sino una aclaración. Es notorio y normal que los líderes que presiden las movilizaciones anti-Conga tengan intereses políticos; incluso, es legítimo siempre y cuando no contravengan los intereses de las bases (lo que al parecer no ocurre hasta el momento, al menos no en lo sustancial). Sin embargo, en la televisión y prensa limeña es común que este argumento –de “tener intereses políticos”– sea maquiavélicamente empleado para deslegitimar a los que muestran una posición contraria a Minera Yanacocha. Lo irónico es que estos mismos líderes de opinión sacan lustres a su escasa imparcialidad al no cuestionar con el mismo argumento a los que proclaman una posición favorable al proyecto minero, con los que a todas luces simpatizan. ¿Acaso usted cree que los que conforman el Colectivo Cajamarca no tienen intereses políticos y económicos de por medio? ¿Acaso usted cree que arriesgan su pellejo solo por amor al terruño que los vio nacer (o hacer negocios)?

Quinto mito: Todo el AID es pro-Conga

Muchos de nosotros hemos escuchado decir a Minera Yanacocha, y sectores afines, que los que protestan contra el proyecto minero Conga pertenecen a localidades lejanas al mismo, pues los 32 caseríos que conforman su Área de Influencia Directa (AID) mantendrían una posición totalmente firme y favorable para su viabilidad. Sin embargo, este slogan corporativo al parecer esconde varias notas a pie de página. Así, en las protestas realizadas en la ciudad de Cajamarca –en el que participaron pobladores de las provincias que se verían afectadas–, logramos entrevistar y establecer contacto con varias personas que provenían del AID y que, por supuesto, no simpatizan para nada con el proyecto de Newmont y amigos. Sin embargo, no podemos afirmar si son una mayoría o minoría, aunque por las versiones de los entrevistados, son un grupo significante. Sea cual sea la proporción real, frases como ésta y las de arriba, simplifican y caricaturizan la realidad, ¿de manera intencionada o casual? Saque usted sus propias conclusiones.

Nota tomada de Patio de Sociales


Escrito por

La mula

Este es el equipo de la redacción mulera.


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