Por Esteban Valle-Riestra

Reportero LaMula.pe @Esteman1

MOVADEF Y LA PUNTA DEL ICEBERG

El futuro del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef) se acerca a su hora más crítica. Expectantes, ansiosos, los miembros y simpatizantes de este movimiento ligado a Sendero Luminoso aguardan el veredicto final del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), el cual tiene la última palabra sobre su deseo de inscribirse como partido y participar de la política nacional.

En estos momentos, su activo más sólido pero a la vez su impedimento más grande -su ideología- se interpone entre sus deseos. El llamado “Pensamiento Gonzalo”, ideología guía de su accionar, es el “insubsanable defecto” que observan desde el JNE para poder incluirlos en el Registro de Organizaciones Políticas (ROP). A pesar de ello, aquellos que en el pasado hicieron del terrorismo su principal arma ahora argumentan que han cumplido con las reglas: conseguir las firmas necesarias que el JNE exigía para su registro. Desde la perspectiva del Movadef, rechazarlos sería un atentado contra la libertad de ideas contemplada en la Constitución.

¿Lograrán inscribir su movimiento en el registro de partidos políticos, y así impulsar su demanda por un proceso de amnistía que permita –en sus palabras- “sanar las heridas ocasionadas por el conflicto armado interno”?

Este episodio que conmociona a la opinión pública, que provoca la reacción de los que recuerdan con estupor los sangrientos años del terrorismo, Lucanamarca, Tarata, es tan solo la punta del iceberg de un proceso que los fanáticos del Marxismo, Leninismo, Maoísmo, pensamiento Gonzalo vienen empujando.

LOS ORÍGENES DE MOVADEF

La pregunta pertinente en esta coyuntura es la siguiente: ¿realmente Movadef es una extensión de la antigua organización terrorista? ¿Una especie de Sendero Luminoso reloaded, 2.0, 4G?

Para poder establecer con certeza la relación entre el pasado y el presente es necesaria una revisión de la historia, imprescindible para diferenciar esta versión de aquellas células que aún levantan las banderas del Marxismo, Leninismo, Maoísmo en la espesura de la selva peruana.

Existe un episodio documentado en el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) en el que se relata el punto de quiebre final dentro de Sendero Luminoso. Tras la captura de Abimael Guzmán en 1992, se negoció a través de los agentes del Servicio de Inteligencia Nacional un ‘acuerdo de paz’ con el fin de concluir la guerra. A cambio de unos beneficios en sus condiciones carcelarias –que, por otra parte, jamás se produjeron del todo- su cabecilla aceptó firmar el acuerdo.

Una vez sellado, los miembros activos del partido tuvieron que enfrentarse al dilema entre aceptar la decisión tomada por el “Presidente Gonzalo”, o por el contrario renegar del mismo, uniéndose a la columna que lideraba el camarada Feliciano en el Huallaga: continuar con la lucha armada.

Este punto es fundamental para la historia posterior. En ese momento nació la división entre la facción “Acuerdista”, plegada firmemente a la capitulación de Guzmán, y la facción “Proseguir”, desconocedora de la divinidad que Guzmán había construido alrededor suyo a lo largo de los años hasta elevarse como profeta del “Pensamiento Gonzalo”.

La contraparte radical, aquellos vinculados con Proseguir, siguieron siendo el foco de atención del Estado. Aliándose con narcotraficantes y cocaleros, Proseguir pudo resistir en la zona del Huallaga y más adelante expandirse en el VRAE, ahora bajo el mando de los camaradas Raúl, Alipio y José.

Los Acuerdistas, sin embargo, creyentes en la infalibilidad de su líder, acataron la deposición de las armas y cumplieron sus condenas dentro de las cárceles o se escondieron entre la sociedad; de ellos, años más tarde, surgiría el Movadef.

LA RECOLECCIÓN DE FIRMAS

El año 2007, ante el estupor de la sociedad civil, dos hombres que se anunciaban como los abogados de Guzmán, Manuel Fajardo y Alfredo Crespo, presentaron “De Puño Y Letra”, libro escrito por su defendido desde la cárcel. Fue en ese entonces cuando estos dos personajes, voceros del movimiento, comenzaron su carrera mediática.

Su trayectoria los une, sin duda, a Sendero. Crespo cumplió condena por pertenecer a la Asociación de Abogados Democráticos, uno de los tantos organismos generados por el partido dedicado a defender a los miembros de la organización que caían en manos de la policía.

Fajardo, por su parte, antiguo amigo de la familia Guzmán, es abogado del cabecilla senderista desde el año 2001, contando con una importante participación en denominado “Megaproceso” abierto contra Abimael y la cúpula senderista el año 2004.

Sin embargo el punto cumbre llegó el 23 de noviembre del 2009. Pasando desapercibidos sin proponérselo, Fajardo y Crespo anuncian la creación del Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales y empiezan así el tedioso y arduo trabajo de recolección de 370 mil firmas; tarea esta que les tomaría dos años.

MOVIENDO LAS PRIMERAS FICHAS

Durante todo ese tiempo, Movadef no estuvo alejado de la acción política. Aún sin estar inscritos, logró postular en las elecciones regionales del 2010 a una de sus simpatizantes. En la región Puno, en alianza con el “Movimiento político construyendo la región sur”, Vasty Lescano (hermana del congresista Yonhy Lescano) fue su abanderada. Además de Puno, en aquellas elecciones intentaron postular infructuosamente a la región Ayacucho, en alianza con el líder etnocacerista y también simpatizante del Movadef, Walter Humala, primo del presidente.

Justo un año después, 2011, tras realizar su primer congreso nacional, en el que los líderes encauzaron las bases ideológicas y programáticas del movimiento, se decidió postular a las elecciones nacionales que se realizarían en el mes de mayo a los cargos disponibles en el Congreso y el Parlamento Andino. Con tal objetivo, concibieron una alianza transitoria con el partido denominado Justicia, Tecnología y Ecología (Juste), liderado por el extravagante Humberto Pinazo.

De esta manera, y pasando silenciosamente entre las filas de JUSTE, el Movadef logró postular a 5 de sus miembros al Parlamento Andino y algunos otros al congreso representando a la región Andahuaylas. A pesar de que no lograron ganar ningún escaño, cabe resaltar que –en específico los que postularon al Parlamento Andino- fueron de los candidatos más votados dentro de aquella lista.

La historia nos muestra que Movadef, esta rama fiel a Guzmán, tras ver la oportunidad de salir de la clandestinidad, prosiguió el proyecto que su líder había firmado tras su captura.

¿Pero qué pretende ahora esta especie de senderismo reciclado? Ciertamente, no están solo detrás de un proceso de amnistía. Como lo señalan en los documentos de su Congreso Nacional celebrado en mayo de 2010, el Movadef tiene la intención de participar en la vida política del país por dos motivos: 1) Para desenmascarar el sistema y 2) preparar las luchas por venir.

Ahora, ante su inminente ingreso a la política nacional, las dudas sobre estos motivos quedan abiertas.

Bonus Track:

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