“No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”. Algunos le dan mayor contundencia a la primera parte de la frase: "Lo que usted afirma me parece disparatado, pero…”. Atribuida comúnmente a Voltaire, fue usada por primera vez por Evelyn Beatrice Hall en “Los amigos de Voltaire” (1906), y resume muy bien la demostrada tolerancia política del célebre ideólogo de la Revolución Francesa. Sea cual fuere el origen, lo importante es el significado y vigencia de la frase   como expresión de la más democrática apertura y pluralismo del supuesto autor.

Hoy cobra actualidad por los condenables rebrotes violentistas en torno al proyecto minero Río Blanco. En efecto, éstos merecen una reflexión sobre la necesidad de desterrar todo extremismo e intransigencia. Lo contrario nos lleva a simplistas ecuaciones como: atentado + ambientalistas + terrorismo izquierdista = Padre Marco Arana (culpable). O esta otra: auto atentado + pro mineros + liberales de derecha = Rio Blanco Copper S. A. (culpable). Ambas son apresuradas, intolerantes y maniqueas y, aunque están lejos del pensamiento de Voltaire, hay que escucharlas para rebatirlas democráticamente.

Veamos. Sí Sendero y el MRTA, antes que el delincuencial camino de las armas,  hubiesen optado por la democrática participación electoral como partido político, otra hubiese sido la historia. En efecto, aunque no nos guste, ninguna democracia se concibe sin partidos. Consecuentemente, debemos admitir todo proyecto político – partidario, aunque se encuentre en las antípodas de nuestro pensamiento.

Seguir a Voltaire en el Perú actual, significa, por ejemplo, tolerar a los ambientalistas, anti mineros, izquierdistas, o centro -  izquierdistas, y también a los pro mineros, liberales, o de derecha (no importan las etiquetas). Respetar la representatividad de muchos de los primeros en el movimiento “Tierra y Libertad” liderado por el padre Marco Arana, y a los segundos en cualquier otro grupo. No se trata de descalificarlos totalitaria y apriorísticamente, como lo hace el general (r) Gonzales Sandoval,  Su mismo derecho (fujimorista o ex fujimorista),  a construir su candidatura, tienen los que piensan diferente. No aceptarlo significa regresar al nefasto pasado autoritario que él avaló entusiastamente.

Los extremismos y las intolerancias son negativos y peligrosos. En consecuencia, el pluralismo ideológico y mediático, así como la partidización de las propuestas políticas,  deben ser señales de madurez cívica y democrática.  En ese sentido, así como declaro mi total discrepancia con el mencionado general (r), exijo así mismo, un lugar para su movimiento. En esa misma línea, espero que los demoledores, declarados y no declarados, del movimiento “Tierra y Libertad”, se conviertan en oponentes políticos y demuestren con actitudes pluralistas que han aprendido la lección del valor que, con sus defectos, tiene una democracia institucionalizada.